Tomar Omega-3 es una excelente manera de cuidar tu corazón, cerebro y articulaciones. Sin embargo, muchas personas experimentan reflujo o malestar estomacal al consumir algunos suplementos. ¿Por qué sucede esto y cómo elegir un Omega-3 que no cause molestias? Este artículo te lo explica y te muestra cómo sacar el máximo beneficio de este nutriente esencial.
La causa del reflujo en los Omega-3
El reflujo al tomar Omega-3 generalmente se debe a la calidad del aceite. Muchos suplementos baratos provienen de aceites de pescado con impurezas o que no han sido procesados adecuadamente. Esto provoca oxidación y un sabor fuerte que puede irritar el estómago, causando regurgitación y malestar.
Además, la forma química del Omega-3 importa. Algunos aceites se presentan como triglicéridos modificados o etil ésteres, que pueden ser más difíciles de digerir si no se acompañan de alimentos. Por eso, el reflujo puede variar según la concentración de EPA y DHA, la pureza del aceite y la dosis que estés tomando.
Cómo tomar Omega-3 para que no repita
Tomar Omega-3 con alimentos es clave para reducir el reflujo. El consumo junto con grasas saludables o comidas completas ayuda a que el aceite se absorba mejor, disminuyendo las molestias estomacales. También es recomendable iniciar con dosis bajas y aumentarlas progresivamente según la tolerancia de tu cuerpo.
Si buscás un Omega-3 que minimice el riesgo de reflujo, optá por productos certificados y con tecnología que garantice la pureza. Marcas como Lýsi ofrecen aceites de pescado de alta calidad, libres de contaminantes, con sabor neutro y sin reflujo. Esto asegura que puedas obtener todos los beneficios del Omega-3 sin sacrificar tu comodidad.
¿Qué pasa si tengo gastritis y tomo Omega-3?
Si sufrís de gastritis, es normal preocuparse por el impacto de los suplementos en tu estómago. La buena noticia es que un Omega-3 puro, libre de impurezas y tomado con alimentos, suele ser bien tolerado incluso en personas con sensibilidad gástrica. Evitá aceites de baja calidad, que pueden irritar la mucosa gástrica y aumentar el riesgo de reflujo.
Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de incorporar un nuevo suplemento si tenés condiciones digestivas. Ellos pueden indicarte la dosis ideal y la mejor forma de consumirlo para maximizar sus beneficios sin molestias.
Beneficios de elegir un Omega-3 sin reflujo
Un suplemento de calidad no solo reduce el malestar estomacal, sino que también garantiza que tu cuerpo absorba correctamente EPA y DHA, los ácidos grasos esenciales que apoyan la salud cardiovascular, cerebral y articular. Además, un aceite puro y certificado minimiza el riesgo de contaminantes que podrían afectar tu bienestar a largo plazo.
Por eso, invertir en un Omega-3 certificado, como los de Lýsi, no es un gasto sino una inversión en tu salud diaria. Es la manera más segura de cuidar tu cuerpo y disfrutar de los beneficios sin experimentar reflujo o sabor desagradable.
El reflujo por Omega-3 no es inevitable. La calidad del aceite, la forma de tomarlo y acompañarlo de alimentos son factores determinantes. Elegir productos certificados, puros y con buena absorción, como Lýsi, permite disfrutar de los beneficios del Omega-3 sin molestias. Recordá: un suplemento de calidad protege tu salud, tu comodidad y tu inversión.
Fuentes:
WebMD. (2023). Fish Oil Supplements and Digestive Issues. https://www.webmd.com/diet/obesity/omega-3-fish-oil-digestive-issues
Harvard T.H. Chan School of Public Health. (2022). Omega-3 Fatty Acids. https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/omega-3-fats/
Mayo Clinic. (2023). Omega-3 fatty acids: How to use them safely. https://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/nutrition-and-healthy-eating/expert-answers/omega-3-fatty-acids/faq-20058393